Se dice que la música es un lenguaje universal, pero si observamos el código verbal que forma parte del proceso comunicativo de esta, apreciamos una gran variedad de lenguas que desde tiempos inmemoriales han servido al ser humano para poner texto a la música y poder, en definitiva, cantarla.
Uno de los idiomas que siempre ha estado al servicio de la música y por ello, de gran importancia, es el latín. Durante muchos siglos el latín ha sido el idioma usado en la música sacra o religiosa interpretada dentro de iglesias y catedrales. De este género musical surge una pieza que mezcla las armonías de la música del siglo XX con la tradición antigua. Su título es "Antiphona Alleluia".
Una de las características de nuestro coro es la gran variedad de idiomas en las que están escritas las partituras que cantan nuestros alumnos y alumnas. Hasta el momento, nos hemos acercado al latín en el "Ave Maria" de Xabier Sarasola y en "Gaudeamus Igitur", que sirve de himno a los universitarios.
Así pues, para ampliar nuestro repertorio cantado en dicha lengua, hemos incorporado al programa del próximo concierto este "Antiphona Allelua", una singular adaptación del texto religioso propio de todas las tradiciones litúrgicas cristianas. Compuesta por el músico norteamericano John Leavitt para sus agrupaciones corales, la melodía de altos y sopranos, a veces interpretada en forma de canon, está acompañada de un ritmo complejo, escrito en un inusual compás de 7 por 8 que se diferencia de los compases binarios o ternarios a los que estamos acostumbrados (2 por 4, 3 por 4 o 4 por 4). Es precisamente este ritmo lo que hace que la pieza tenga un carácter totalmente diferente al de otras músicas litúrgicas.
La versión de referencia con la que estamos trabajando en los ensayos para el próximo concierto de Navidad se grabó en el verano del 2012 en Estados Unidos. Aquí podéis escucharla: